Beneficios de los rocódromos

 

Trepar es una actividad innata en el ser humano y una de las que más nos divierte cuando somos niños. La prueba son los numerosos coscorrones que nos hemos dado al intentar subirnos a un árbol, a un muro o al intentar alcanzar la despensa para coger el tarro de las galletas.

 

Aunque a priori puede parecer un ejercicio de riesgo,  lo cierto es que con la escalada se desarrollan capacidades como la coordinación y el equilibrio.

 

Los rocódromos son una alternativa segura que aporta a los mas pequeños, múltiples beneficios desde el punto de vista motriz, cognitivo y socio-afectivo.

 

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La escalada favorece la coordinación y la memoria motriz, desarrolla la lateralidad además de mejorar la fuerza y la resistencia.

 

Desde el punto de vista cognitivo, mejora la atención, la memoria y la imaginación, facilitando el proceso de descubrimiento y la confianza, ya que la base del aprendizaje es la propia experiencia.

 

Como aspectos socio-afectivos, la escalada ayuda a favorecer la cooperación y la comunicación entre los alumnos mediante el trabajo en equipo, por lo que aprenden a relacionarse con otras personas y grupos.

 

Estos son importantes factores a tener en cuenta, tanto si te planteas la posibilidad de iniciar a tu hijo en esta actividad, como si estás pensando en incluirla en tu centro de ocio.

 

Si estás dentro del segundo grupo, en “Parque de Bolas” encontrarás variedad en diseños y opciones para montar tu rocódromo que van desde temáticas diferentes a zonas de juego adaptadas a cualquier espacio y siempre con la mayor calidad en materiales.

 

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